Si contemplar las obras creadas por nuestros alumnos y alumnas es un placer, imaginad la dicha que supone percibir cada instante en la evolución de las etapas del dibujo del niño. Para un educador es apasionante: disfrutar el momento preciso cuando una niña descubre, sorprendida, la magia de sus trazos iniciales, apreciar la intencionalidad de las primeras representaciones, admirar la esencia de las figuras preesquemáticas, percibir la gracia de las composiciones esquemáticas, explorar las imágenes de una realidad cada vez más objetiva y, alentar el desarrollo artístico, consciente, en la observación natural del entorno.
A través de textos esenciales, observar, con detenimiento, los dibujos y las composiciones que nos conducen por cada una de las etapas evolutivas del desarrollo artístico del niño.